
reseñas historicas
Vergantínes de Hernán Cortés en la conquista - Por Ing. Antonio Méndez Caraza
Los historiadores y los cronistas mencionan que Hernán Cortés dio instrucciones a Martín López, “El soldado y carpintero de Ribera”, de trasladarse a Tlaxcala, para construir trece bergantines ahí. Esto ocurrió después del episodio de La Noche Triste acaecido el 30 de junio de 1520, en el cual el ejército español fue derrotado por los Mexicas. Cortés se había dado cuenta que el único acceso a la Ciudad fortificada rodeada de agua, era exclusivamente por las calzadas, por lo que para un sitio y asalto exitosos, la única manera de lograrlo sería mediante un apoyo naval efectivo, o sea necesitaba contar con una marina, y para ello los bergantines resultaban indispensables. Martín López había construido previamente cuatro bergantines en la Gran Tenochtitlan, pero éstos fueron quemados por los aztecas. Después de la derrota de la Noche Triste, Hernán Cortés se alegró de saber que entre los sobrevivientes se encontraba precisamente Martín López. Dice Cervantes de Salazar en su CRÓNICA DE LA NUEVA ESPAÑA Cap. XXX: “…Y como vía que México no se podía ganar sin hacer los bergantines, mandando llamar a Martín López, sabio en aquel menester, le dixo que diese industria cómo se hiciesen seis bergantines, y dixese su parecer aceca de mayor o menor número y de mayor o menor grandeza. Martín López le respondió que menos de doce bergantines eran pocos para la grandeza del alaguna y que todos no habían de ser de un tamaño, porque los más pequeños, como más ligeros, serían para seguir y alcanzar, y los mayores para esperar y romper, y que se hiciese uno mayor que todos, para Capitán.” Además Cortés mandó decir a los señores de Tlaxcala (para contar con su ayuda): “…e que tuviesen entendido que sin aquellos navíos que pretendía hacer no se podía ganar México.” En los inicios de Octubre de 1520, Martín López se trasladó a Tlaxcala con sus herramientas al lugar llamado Barrio de Atempa, cerca de la ermita de San Buenaventura donde se realizaron los trabajos de construcción de los 13 bergantines, los cuales fueron probados en una represa hecha exprofeso para este fin en el río Zahuapan. (Nota: la ermita fue construida en forma simultánea con los bergantines).
Martín López llevó a cabo su tarea, teniendo terminados los bergantines en un lapso de tres meses. Mismos que sirvieron como
prototipos iniciales para construir los Bergantines que utilizaría
Hernán Cortés en la primera y única batalla naval llevada a cabo a más 2,000 metros de altura sobre el nivel del mar.





